Rolando Lino Mina/e-consulta.com
Una vieja fábula china, asegura que las rosas azules encarnan la esperanza para realizar los amores imposibles. Cultivar rosas genuinamente azules ha sido un sueño acariciado desde hace siglos por los floristas, que el mes entrante se convertirá en una realidad al alcance de cualquiera.
Una compañía de Japón ha anunciado con bombo y platillo que, a tan sólo 23 dólares por pieza, venderá rosas que de manera natural tendrán el color azul. Una rosa que llevará por nombre "Applause", ha sido genéticamente modificada para alcanzar esa tonalidad y con ello, hacer realidad un sueño imposible.
Hay casi 20 años de investigación científica detrás de este logro. Si bien es cierto que no existe un colorante azul que brinde la posibilidad de recrear genéticamente esta fantasía de forma natural, la compañía biotecnológica australina "Florigene" dio un paso fundamental cuando logró injertar en las rosas un gen que contenía la síntesis del pigmento azul delphinidin, que entre otras cosas, es el responsable de darle el color azulado a las uvas de la variedad Cabernet Sauvignon.
Ya en el pasado podían encontrarse rosas azules en el mercado, pero no eran otra cosa que rosas blancas teñidas con ese matiz. De manera natural sólo había sido posible cultivar, gracias a la hibridación, rosas de un color púrpura muy tenue que solían venderse como azules.
La fascinación por las rosas azules es muy antigua, pero quien anticipó hace más de 150 años que algún día, gracias a la ciencia y la tecnología, estas flores serían una realidad, fue el floricultor norteamericano Samuel Parsons, a través de su libro "La Rosa" de 1847. "Bien valdría la pena todo esfuerzo", decía Parsons y vaya que le hicieron caso.
Según Bernard Mehring, quien es un cultivador profesional de rosas, desde los primeros años del siglo XX ya existía una variedad de rosa cultivada en Alemania llamada Veilchenblau, cuya tonalidad grisácea era bastante próxima al azul.
Durante la llamada Época Victoriana, en la Gran Bretaña existió una enorme promoción de la floriografía. En este periodo, se tenía una muy clara definición en el lenguaje de las flores para la rosa azul, como una representación del esfuerzo para lograr lo imposible. Durante esta era británica, se definieron los significados que conocemos en la actualidad para el acto de obsequiar rosas, de acuerdo a su coloración.
Las rosas rojas expresan amor, romanticismo y sobre todo, apasionamiento. Las de color rosado son la sugerencia de un amor gentil, platónico, poético y sin apasionamientos. Una rosa blanca habla de sentimientos puros y honestos. Asimismo, el color amarillo en una rosa representa una profunda amistad.
En esa misma región del mundo, pero en la época actual, existe la Asociación de Flores y Plantas del Reino Unido. En voz de Sarah Holland, esta agrupación anticipa que cuando las rosas azules lleguen al mercado tendrán una enorme demanda, ya que aún las rosas pigmentadas artificialmente con esa tonalidad, son solicitadas grandes cantidades.
Desde hace siglos, las rosas han estado íntimamente relacionadas con la poesía, los mitos, la pintura y por supuesto las leyendas. Se cree por ejemplo, que el emperador Nerón tenía una singular fascinación hacia estas flores, a un grado tal que solía pedir que hubiera cascadas de pétalos de rosa durante sus banquetes.
La emperatriz francesa Josefina, cónyuge de Napoleón Bonaparte, pedía que enviaran rosas a todos los lugares que alcanzara el imperio de su marido, incluso en tiempos de guerra.
La variedad "Applause" será lanzada en Japón como un regalo lujoso, y por el momento no se sabe cuándo llegará más allá de las fronteras niponas. En países como Italia, el color azul se relaciona con la desconfianza o el luto, lo que ha hecho pensar que tal vez en sitios como este, la rosa azul no sería muy bien recibida. Sin embargo, la simple novedad será suficiente para garantizarle un éxito en donde quiera que sea comercializada.