Desde que se conquistó la Luna, la astronomía se ha fijado el objetivo de colonizar Marte. El planeta rojo es un deseo latente para la comunidad científica, y son varias las misiones que se encuentran trabajando en él para conocer a fondo sus detalles topográficos, climáticos, geológicos, geográficos y de toda índole que pueda pensarse para que cuando el hombre llegue a él se tenga un panorama claro de qué suelo se está pisando.
Pero para cuando nosotros pongamos un pie en Marte, es muy probable que las hormigas ya lo hayan conseguido. Claro que no hablo de hormigas de verdad, sino que de un arsenal de autómatas de tan sólo tres milímetros de tamaño que se encargarían de explorar a fondo el planeta rojo y hasta de construir las casas de los astronautas que vayan en misión a Marte.
El proyecto es el I-SWARM, un proyecto en el que colaboran investigadores y tecnólogos alemanes, españoles, suizos, griegos, italianos, británicos y austríacos, quienes están creando con nanotecnología a estas hormigas artificiales que se comunicarían a través de infrarrojos.
Así, cuando una de estas hormigas nanotecnológicas identifique un obstáculo o algo extravagante, de inmediato se pondría en contacto con todas para estudiarlo a fondo. Utilizando un procedimiento de este tipo pueden llegar a conseguirse objetivos sorprendentes, como la creación de estructuras de ingeniería que faciliten el acceso a Marte.
Si bien el proyecto se encuentra recién en fases iniciales, se espera poder ponerlo en práctica en un futuro no muy lejano, pues es muy probable que cuando queramos acordar ya estemos pisando suelo marciano.
Fuente: http://www.ojocientifico.com/
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